El PMBOK (5ta Edición) hace énfasis en el tema de valor de negocio, con el objetivo de colocar en un panorama estratégico los conceptos planteados con respecto a Dirección de Portafolios, Dirección de Programas y Dirección de Proyectos.
Fíjense. Los gerentes y directores, usualmente se forman con un concepto que se llama "valor del negocio", pero muchos de ellos sólo pueden manejar este concepto de manera teórica, y en la práctica no saben cómo aterrizarlo.
El valor de negocio no es otra cosa que la diferenciación que adquiere la empresa frente a otras y que les ofrece ventaja competitiva. Pues bien, piénsenlo de esta manera. En todo el ciclo empresarial se desarrollan proyectos. Los proyectos surgen como producto de un cambio en la forma de trabajo de forma positiva. Por lo tanto, podríamos concluir que la unidad mínima de cambio significativo en la empresa son los proyectos.
Siendo esto así, los proyectos hacen que la forma de trabajo de la empresa cambie; por ende, los procesos organizacionales tienden a diferenciarse de otras empresas. Y si con los proyectos se da la diferenciación, entonces éstos generan valor de negocio.
Seguimos escalando. La Dirección de Proyectos administra el valor agregado de cada proyecto, la Dirección de Programas materializa el valor agregado de los proyectos relacionados, la Dirección de Portafolios alinea ese valor agregado por cada estrategia u objetivo estratégico planteados en el Plan Estratégico, generando de esa manera el "valor de negocio empresarial".
Por lo tanto, hoy por hoy, es claro que los proyectos son punto clave en la empresa, y muchos directores y gerentes no le dan el peso que debería tener esta área. Es decir, si se sabe que los proyectos son importantes, por qué no invertir en generar una cultura de proyectos en la empresa. Si el director de la empresa decide no tener por el momento un área dedicada a ello, por lo pronto, puede empezar empoderando al jefe de cada área para manejar los proyectos y reunirse con ellos para sacar adelante los mismos. Empoderar significa "dar poder", pero esto no consiste en sólo dar directivas de cumplimiento de objetivos en los proyectos o culpar al PM por el avance o retraso de los mismos; sino se trata de generar una cultura en la empresa, donde los participantes no digan "no puedo, estoy ocupado", "no es mi función", "que me paguen horas extras", etc. El valor de negocio empiezar a caminar desde la influencia y la participación activa de la cabeza de la organización en los proyectos.
Conozco empresas grandes, que desde ya inculcan la cultura de proyectos desde que se completa el ingreso de un empleado a la organización, dejándole bien en claro en la inducción, que es prioritaria su participación en los proyectos de la empresa, y forma parte del MOF de cada puesto laboral. Y a esto se le pueden sumar iniciativas de bonos, comisiones, etc; es decir, toda una estrategia que se debe ver como inversión y no como un gasto.
Conozco empresas grandes, que desde ya inculcan la cultura de proyectos desde que se completa el ingreso de un empleado a la organización, dejándole bien en claro en la inducción, que es prioritaria su participación en los proyectos de la empresa, y forma parte del MOF de cada puesto laboral. Y a esto se le pueden sumar iniciativas de bonos, comisiones, etc; es decir, toda una estrategia que se debe ver como inversión y no como un gasto.
Las conclusiones del capítulo son:
- La unidad mínima de valor en los negocios se encuentra en los proyectos.
- La Dirección de Portafolios, Programas y Proyectos alinean el resultado de los proyectos a los objetivos estratégicos empresariales, y por ende generan el valor de negocio que quiere conseguir la compañía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario